2016-11-21

Hospital de palabras, episodio 3: haciendo un resumen

Les ofrecemos un nuevo episodio de nuestra serie "Hospital de palabras". En esta ocasión, el Doctor Diccionario se enfrenta a un nuevo desafío: reconstruir la contraportada de un libro que la perdió por descuidado. Y de paso, nos enseña cómo hacer un resumen.



Para niñas y niños de escuela primaria.

Hospital de palabras, episodio 3: haciendo un resumen
El doctor Diccionario se encontraba tranquilamente en su consultorio, esperando a que terminara la jornada de trabajo, cuando la enfermera Lápiz golpeó la puerta para avisarle que había un paciente que necesitaba verlo con urgencia. El doctor miró la hora. Faltaban 15 minutos para terminar su turno, así que le dijo a la enfermera que lo hiciera pasar.

El paciente era un libro que, visto desde la portada, no parecía tener nada malo.

–Pase, cuénteme: ¿qué le anda pasando? –dijo el doctor.



A modo de respuesta, el libro giró sobre sí mismo, revelando que no tenía la contraportada, y su última página estaba completamente expuesta.

–Mi encuadernación estaba muy gastada –explicó el paciente con tristeza–, y por descuidado no me hice ver a tiempo. Me dejé estar hasta que un día la contraportada simplemente se desprendió.
–Ya veo –dijo el doctor, poniéndose los anteojos para examinar más detenidamente al libro lastimado–. ¿La tiene? ¿O se perdió?
–Se perdió –contestó el libro, algo avergonzado.
–Está bien, no se preocupe –lo calmó Diccionario, palmeándolo en el lomo–. Vamos a solucionarlo, pierda cuidado.

El rostro del libro se iluminó.

–¿De veras, Doctor? ¿Me lo puede asegurar?
–Por supuesto que sí. Permítame explicarle cómo será el procedimiento. Primero conseguiremos una prótesis, es decir, una contraportada en blanco, y la colocaremos en lugar de la que se le perdió. Hasta ahí la tarea será sencilla y rápida. Luego las enfermeras y yo deberemos trabajar un buen rato para hacer un resumen de su contenido y escribirlo en su nueva contraportada.
–¿Cuánto tiempo llevará?
–No puedo decirle con exactitud. Pero usted puede ayudarme contándome qué clase de libro es, cuántas páginas tiene, quién es su autor, etc.
–Soy un cuento largo. Tengo menos páginas que una novela, pero más que un cuento corto. Mi autor es un escritor poco conocido, yo soy su primera obra publicada.
–Bien. Creo que con eso será suficiente. Comenzaremos el procedimiento.


Llamó a las enfermeras Lápiz y Borratinta y les dijo que se prepararan para un procedimiento de urgencia.

–Vamos a practicar un resumen al paciente –les dijo con seriedad.

Doctor y enfermeras pusieron manos a la obra. Comenzaron tomándole una radiografía al paciente para analizar su estructura, identificando sus partes: introducción, nudo y desenlace. Luego extrajeron las ideas principales y las secundarias; las ubicaron en un cuadro sinóptico y se tomaron un buen rato para decidir qué partes del texto eran fundamentales para que mantuviera su esencia, y qué partes podrían descartarse del resumen sin que éste perdiera su esencia.

Después de varias horas de arduo trabajo, el resumen estuvo terminado. Ocupaba apenas media página, justo lo necesario para caber en el espacio de la contraportada.

Con una lapicera de punta fina, Diccionario llevó a cabo la parte final del procedimiento: escribir el resumen en la contraportada.

Una vez concluida la tarea, las enfermeras trajeron espejos para que el paciente pudiera ver los resultados. No pudo evitar emocionarse hasta casi llorar cuando vio su flamante contraportada y leyó el resumen que había desarrollado el doctor y las enfermeras.

–Es increíble, está mejor que el original –dijo el paciente–. No sé cómo agradecerle.
–No tiene nada que agradecerme –contestó humildemente Diccionario–. Sólo prométame que va a cuidar bien su nueva contraportada, y que vendrá a verme al primer indicio de problemas.
–Se lo prometo –dijo el paciente, levantándose de la mesa de operaciones y despidiéndose del doctor y de las enfermeras con fuertes abrazos.

Cansado pero satisfecho por el trabajo realizado, Diccionario colgó el guardapolvo en el perchero de su consultorio, se despidió de las enfermeras y emprendió el regreso a casa, pensando en relajarse en su sillón favorito y leer alguna buena novela.



¿Para qué hacer resúmenes?

El resumen es una herramienta muy útil para estudiar prácticamente cualquier materia: literatura, historia, geografía, química, biología, arte, etc. Cuando se tiene mucho para estudiar y poco tiempo, ponerse a escribir un resumen puede parecer una pérdida de tiempo, pero lo cierto es que mientras se escribe el resumen se van entendiendo y asimilando los conceptos, entonces en la práctica es como si se estuviera estudiando.

Incluso cuando se estudia en grupo, si todos los integrantes del grupo deben leer un mismo texto muy extenso, se lo puede dividir para que cada uno resuma una parte. Luego se comparten los resúmenes entre todos, y así pueden ahorrar tiempo leyendo la versión resumida, en lugar de leer el texto completo.

En el sitio Educ.ar se explican detalladamente las técnicas para escribir resúmenes. Recomendamos la lectura completa del artículo en este link.

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